Equipos Gerenciales Saludables, Negocios Saludables

Rodrigo Del Campo

Si hay algo que he aprendido en mis más de 20 años de consultoría es que las personas que componen las organizaciones son extremadamente hábiles para detectar cómo se sobrevive y prospera en ellas. Qué tipo de comportamientos son premiados y estimulados y qué tipo de comportamientos son castigados y evitados.

En definitiva, eso es lo que construye y preserva la cultura de la organización, lo cual tiene un impacto decisivo en su capacidad para generar resultados superiores sostenibles.

Al mismo tiempo, tanto la investigación como la experiencia nos muestran que, por lejos, la mejor fuente de información acerca de cómo comportarse en una organización es su equipo gerencial, es decir, su gerente general y reportes directos.

Lo que transmite el equipo gerencial, no solo en base a lo que comunica oficialmente sino, especialmente, lo que hacen sus integrantes día a día, provee las señales clave para entender qué se espera de los colaboradores y lo que estos pueden esperar de la organización.

Por ello, cuando trabajamos para mejorar la efectividad de los equipos gerenciales, lo hacemos en base a dos objetivos fundamentales, que resumimos como "Inteligente" y "Saludable".

Inteligente se refiere a gestionar efectiva y eficientemente el negocio, asegurando que las decisiones y acciones necesarias para convertir la visión en resultados reales sean tomadas de forma acertada y oportuna.

Saludable, por otra parte, se trata de mantener una relación positiva y constructiva tanto al interior del equipo como con cada uno de los stakeholders de la organización.

El primer objetivo, gestionar de manera inteligente, es rápidamente entendido por la gran mayoría de los equipos. De hecho, suele ser la razón por la que se acercan a nosotros. Desean mejorar sus resultados de negocio y entienden que el apoyo externo les provee la estructura y enfoque para lograrlo.

Sin embargo, una y otra vez, cuando hemos ayudado a los equipos a mejorar sus resultados de negocio y han pasado por nuestro proceso de desarrollo, la retroalimentación que recibimos es que lo mejor de todo, lo que queda en definitiva, es la cultura y las relaciones que se han creado al interior del equipo y la organización.

Desafortunadamente, la gran mayoría de los equipos y organizaciones no están ni cerca de experimentar una relación realmente saludable, ya sea por los choques de egos, las luchas de poder, las inseguridades individuales o por cualquier otra razón.

En nuestra experiencia, construir un equipo y un negocio saludable requiere, inicialmente, que cada integrante del equipo gerencial conozca en profundidad sus propias áreas de fortaleza y desafíos, de tal forma que pueda maximizar su efectividad individual. Pero, lo que es más importante, es que, posteriormente, entiendan y aprecien las áreas de fortaleza y desafíos de sus compañeros de equipo.

Por ejemplo, que el Gerente Comercial entienda y aprecie que el Gerente de Producción sea más estructurado y orientado a los procesos, o que el Gerente de Administración y Finanzas sea más conservador en entregar crédito a los clientes. Eso es, precisamente, lo que permite aprovechar las fortalezas y compensar las debilidades individuales, para generar resultados colectivos superiores.

Cuando logramos esa integración del equipo e instalamos un sistema de gestión y toma de decisiones probado y comprobado, como EOS (Entrepreneurial Operating System), el equipo es capaz de generar sinergia, acelerando exponencialmente la generación de resultados, no solo para la propia organización, sino para todos sus stakeholders, lo que termina garantizando la permanencia de la organización y el negocio a lo largo del tiempo.